“The Mystery box” o “La caja misteriosa” es un recurso educativo sorprendente. A simple vista parece una simple caja aunque tiene una peculiaridad: ¡no se abre levantando la tapa! (¡eso ya lo tienen muy visto!) La peculiaridad de esta caja es que el niño meterá la mano por un pequeño agujerito que hay en uno de los laterales y ¡¡menuda sensación tocar tantas cosas de texturas diferentes!! ¿No os llama más la atención tocar diferentes texturas cuando no las podéis ver? Pues a los niños igual o más. De esta manera podrá revolver y tocar todo lo que quiera hasta que finalmente decida sacar el objeto por el agujerito y descubrir qué es.
A través de este juego trabajamos principalmente el sentido del tacto. Podemos hacer cajas con objetos de texturas muy diferentes: piñas, palos de madera, bolas de diferentes texturas, marionetas de dedo, papeles rugosos… E incluso tener cajas temáticas: “la caja de la naturaleza” (piñas, piedras, hojas secas, palos, ramitas, flores…), “la caja de texturas sorprendentes”, “la caja de los juguetes”, “la caja de los sonidos”… ¡Viva la creatividad! Y cuando sean un poco más mayores y puedan hablar, animarles a que describan el objeto que tienen en las manos antes de sacarlo: su textura, su temperatura, su tamaño… e incluso que traten de averiguar qué es.
¡Anímate a probarlo! ¡Es un recurso que realmente les encantará! Solo tienes que decorar una caja lo más llamativamente posible y hacerle el agujerito mágico. El juego y el misterio están servidos.
